martes, 15 de marzo de 2011

¿Cómo quieres tener reflejos si no comes (LOS) MINUTEJOS?

Sí amigos, el mítico, el auténtico, el clásico de los clásicos: la casa de los minutejos.
Situado en la calle Antonio Leyva, es un bar de barrio de toda la vida donde podréis degustar los auténticos minutejos: montadito de oreja a la plancha. Buenísimo. Eso sí, no esperes nada más. Ni buen servicio, ni buen trato, ni un local lujoso. El producto se vende solo. Tú vas, te pides una cerveza y unos 3-4 minutejos por barba y carril, a otro bar.
En la mesa encontrarás un bote con salsa picante. Si vas con un tal Raúl González Sánchez, os dirá que es kétchup y os recomendará echar un buen chorrito. NO HAGÁIS CASO. Es un salsa picante tipo tabasco. Con un par de gotas basta.
Otra gracia que tienen es que al dejar propina, uno de los camareros toca una campana que tienen colgada. Si quieres comprobarlo, ya sabéis.
ESTRELLAS:
1. SERVICIO/ATENCIÓN: 1
2. LOCAL: 1
3. CALIDAD/PRECIO: 2
TOTAL: 4

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